Con una paleta cromática que navega entre rosados suaves y empolvados se crea una atmósfera armónica y relajada inspirada en un estilo antiguo francés, una nueva imagen que se basa en la Belle Epoque parisienne con tonos relajantes y muy acogedores.
El proyecto de interiorismo consigue crear un estilo femenino, sutil y hedonista en el que se destaca el gusto por la estética y lo bello. La decoración y nueva imagen del centro de belleza se apoya en detalles dorados y rosas empolvados que consiguen crear un espacio coqueto e intimista de lo más acogedor. Para la pared central -ubicada detrás del mostrador- se ha ubicado una pared de un intenso color azul marino que aporta sobriedad, equilibrio y distinción. La elegancia sobria del azul marino es el contrapunto perfecto que enmarca el panel gigante de rosas que recibe a sus clientas como si de grandes estrellas de cine se trataran.