Los espacios comerciales cuidan cada vez más la imagen que muestran a sus clientes. Hoteles, restaurantes, tiendas y también clínicas médicas buscan acoger a sus visitantes en entornos acogedores, cálidos y que transmitan bienestar a través del diseño de interiores. Por eso cada detalle, cada material y cada pieza de mobiliario e iluminación debe responder a un mismo principio de elegancia y armonía.
Los interioristas deben realizar un estudio exhaustivo de las necesidades profesionales de cada negocio y conocer perfectamente los gustos estéticos de las personas responsables de la marca. Sólo así, se puede dar con una imagen equilibrada y acorde con la relevancia que cada empresa necesita para diferenciarse de sus competidores.
Un ejemplo de esto es la Clínica Sensabell de València. Un templo a la belleza que partía de un espacio diáfano y cuyo diseño combina una distribución eficiente, piezas de mobiliario exclusivo y la riqueza de los materiales para lograr una imagen acogedora y única.
A partir de una planta cuadrada, se creó un cuadrado concéntrico para la zona privada de la clínica. El resto de las habitaciones rodean ese espacio. Este diseño interior facilita la circulación en ambos sentidos y aprovecha el máximo el espacio para los despachos y las salas de exploración.
Ninguna empresa quiere parecerse a otra. Por eso es importante, contar con interioristas y decoradores capaces de aportar una imagen singular y exclusiva al espacio.
Así, en el área de recepción se diseñó un mostrador a medida combinando madera de cebrano veteada en contraste con el mármol, a juego con el pavimento. Una mezcla de tonos fríos y cálidos que supone una apuesta atrevida, un factor indispensable para diferenciarse en el ámbito de las clínicas de medicina estética.
En el caso de los tres despachos, éstos comparten mobiliario, pero difieren en el revestimiento de las paredes y los tonos de la decoración para aportarles una personalidad propia: formas geométricas, texturas naturales que evocan la madera y los tonos empolvados, respectivamente. Se logra así un estilo equilibrado, pero no idéntico.
Otro tipo de establecimientos que también están optando por reformular su interiorismo y su decoración para resultar más atractivos y acogedores son las residencias de estudiantes como, por ejemplo, el Colegio Mayor Universitario Mendel de Madrid.
En este caso, los espacios comunes se han redefinido desde una propuesta minimalista con toques orientales que encaja en un ambiente de estudio y con concentración. Espacios estilizados y equilibrados realizados en materiales de madera, paneles de cristal fumé y paneles forrados en papeles decorativos en tonos piedra. Las paredes se han decorado con un sistema de maderas alistonadas, tapizados de alta calidad combinados con tonos fríos y cálidos y una estudiada iluminación.
Los profesionales del interiorismo y la decoración deben tomar decisiones cuidadas a la hora de abordar cualquier proyecto. En los detalles y en las emociones que generan se debe reflejar la personalidad de la marca.