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Si hay una región en la que arte, historia, gastronomía y bellos paisajes conforman un conjunto único e inigualable esa es, sin duda, la región italiana de la Toscana, un paraíso pintoresco ubicado en el centro de la península italiana.

Un viaje inolvidable por la Toscana

Siempre es hay una excusa perfecta para visitar la Toscana. Un aniversario, un fin de semana más largo de lo habitual, unas vacaciones antes del verano… Toscana y sus asombrosos paisajes siempre nos reciben con los brazos abiertos: si lo que buscamos son pintorescos pueblos, arte a raudales, paisajes de ensueño y una gastronomía enraizada en el terreno, Toscana es nuestro destino perfecto.

Y, ¿a quién puede extrañarle? Después de todo, Toscana fue la cuna de grandes artistas como Miguel Ángel, Botticelli, Leonardo da Vinci o Dante. Maestros de la pintura, la escultura y las letras cuyo rastro e influencia todavía se respira a cada paso en esta región.

Florencia, capital cultural y artística

Nada mejor para comenzar nuestro viaje que llegar a Florencia y tomar esta bella ciudad como punto de partida. Si antes hablábamos de arte e historia, Florencia es un hito a nivel mundial.

Dos días son necesarios para familiarizarse con esta ciudad que inspira Arte en mayúsculas y alberga una cantidad ingente de obras de arte del Renacimiento.

Perderse por sus calles –bulliciosas y animadas-, beber un capuccino en cualquier rincón recóndito o visitar uno de sus múltiples palacios y museos –la Galleria Uffizi o la Galleria dell’Accademia son mis recomendaciones personales- son algunas de las múltiples opciones nos ofrece.

Además en Florencia podemos visitar algunos de los talleres artesanos o galerías de antigüedades en las que encontrar piezas únicas o preciosas rarezas que nos permitan personalizar la decoración de cualquier rincón de nuestra casa.

Una vez nos despedimos de Florencia y la dejamos atrás nos adentramos en la Toscana más profunda para acabar conquistados por el paisaje, sus gentes y sus bellas poblaciones. Recorriendo las sinuosas carreteras de esta región una comprueba rápidamente dónde radica su magia: detrás de cada colina, de cada curva en la carretera, siempre hay una nueva sorpresa que nos conquistará.

 

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La Toscana más auténtica: San Gimignano y Volterra

Ese es el caso de San Gimignano, uno de los pueblos medievales mejor conservados de Italia y parada obligatoria en Toscana. Su casco antiguo y sus 14 torres de piedra por las que casi no ha pasado el tiempo nos reciben antes de adentrarnos en esta localidad, un precioso pueblo que sigue conservando un sabor auténtico que se respira en cada rincón. Designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990, las empedradas calles de su centro histórico son un auténtico viaje en el tiempo.

 

San Gimignano es una auténtica caja de bombones repleta de sorpresas en todas y cada una de sus laberínticas calles. Muy cerca de esta localidad se encuentra Volterra, conocida por sus preciosos artículos de artesanía realizados en alabastro.

Volterra es un pequeño pueblo erigido en la cima de una colina que bien merece ser visitado. Esta ciudad empedrada cuenta con múltiples talleres y artesanos especializados en trabajar el alabastro y aplicarlo a artículos decorativos de todo tipo diseñados con mimo y mucho cariño.

 

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Siena, una tesoro por descubrir

Toscana nos depara gratas sorpresas y una de las más destacadas, sin duda, es Siena: una preciosa ciudad amurallada que ha sido escenario de multitud de películas. El tiempo se para en Siena y nos permite deambular sin rumbo para recorrer el laberinto de calles que unen el entorno con Piazza del Campo: una plaza pública con una curiosa forma de concha coronada.

Tampoco hay que perderse el gran Duomo de Siena, un espectáculo arquitectónico que cuenta con el típico diseño fiorentino de edificios religiosos: fachadas de mármol de rayas verdes y blancas.

Si por algo también es conocida la Toscana es por sus viñedos y sus magníficos vinos.

Es imposible recomendar una sola bodega pero si lo que buscamos es algo peculiar y que nos sirva de inspiración para próximos proyectos de decoración e interiorismo, Rocca di Frassinello –diseñada por Renzo Piano- es parada obligatoria.

Se trata esta de una visita que combina la magia de la arquitectura del gran maestro italiano con un gran vino que degustar con calma.

Toscana es un placer para los sentidos y un aprendizaje continuo para aquellos a los que nos gusta saborear la vida con calma.

Laura Yerpes | Decoración e Interiorismo

Imágenes: Pinterest

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