Hablamos con Laura Yerpes, en un encuentro donde nos detalla su sistema de trabajo en los proyectos de interiorismo.
¿Cómo es el primer contacto con el cliente?
Nuestro primer contacto es conocernos y ver cómo podemos ayudarle, es primordial que haya una comunicación y conexión de las personas con las que vamos a trabajar. Para nosotros es fundamentar conocer las necesidades y descubrir que vamos a poder hacer un trabajo en función de lo que nos solicitan. En esta primera cita, descubriremos sus gustos, ideas y le daremos a conocer cómo va a ser la ayuda de un profesional, para que se pueda crear su sueño. Establecer con el cliente una relación de confianza es fundamental para el estudio de Laura Yerpes.
En Estudio L.Y. ¿seguís algún criterio para aceptar o denegar un nuevo proyecto?
Nuestro criterio es que el cliente sienta la misma ilusión por trabajar con nosotros que la que tenemos nosotras cuando iniciamos un nuevo proyecto.
¿En qué te fijas a la hora de buscar esa conexión?
Principalmente que tengan ganas, confíen en nosotros y que entiendan el valor de tener a una persona que les va acompañar durante todo el proceso ya que, en nuestro estudio de interiorismo, vamos a poner todos los sentidos para ayudarles.
¿Qué etapas diferenciarías en un proyecto de interiorismo?
En primer lugar, la toma de contacto que he mencionado previamente. Una vez el cliente ha aceptado trabajar con nosotros, comienza un proceso de inspiración y puesta en práctica de ideas, donde escuchamos al cliente y construimos una propuesta de proyecto inicial. En nuestro estudio consideramos de fundamental importancia conectar y dejarnos llevar por la creatividad, con reuniones y experiencias que vamos a ir compartiendo.
La segunda fase será después de varios encuentros con el cliente y sucederá cuando él se encuentre cómodo para dar comienzo al desarrollo del proyecto completo. En este momento dará comienzo la ejecución, que será un nuevo proceso donde por fin el cliente podrá ver el resultado de nuestra obra.
¿Cómo planteáis los encuentros con los clientes?
Primero realizamos una visita a la vivienda o local para conocer en persona el espacio. En ella, hacemos fotografías y mediciones para estudiar en mayor profundidad las oportunidades que presenta el lugar.
Posteriormente, vamos teniendo varios encuentros en los que comentamos con el cliente los posibles escenarios existentes para la propuesta. Han de ser partícipes del proceso, que ellos también elijan qué tipo de distribución o acabado van a querer, no solo estando conformes con nosotros, si no que lo hagan como si hubieran sido ellos los creadores de todo el diseño.
En toda la duración del proyecto estamos dando soporte para que se realicen con cuidado los detalles.
¿Qué destacas de tu estudio interiorismo como profesionales?
Tenemos un trato cercano y cordial para que el trabajo sea ameno y nos sintamos como en familia. Pero además de esto, en L.Y. somos muy metódicos, de hecho tenemos un protocolo de trabajo muy preciso que cumplimos rigurosamente en todos los proyectos que realizamos. Esto consiste en ir completando paso a paso lo estipulado para que finalmente el resultado siempre sea el mismo.
Este pensamiento se puede ver extrapolado tanto a la decisión de materiales, como el nivel de calidad o detalles. Es necesario seguir una hoja de ruta, para no saltar ningún paso, ya que como profesionales, debemos de ofrecer el mejor resultado y resolver todos los imprevistos. En interiorismo toda acción tiene sus consecuencias y, desde nuestro estudio, intentamos asegurarnos de que todas aquellas decisiones que vamos a poner en activo son las correctas.
Este tipo de proceso no es sencillo de adaptar, en nuestro caso, nuestro años de trabajo, han sido necesarios para darle forma y perfilarlo y así hemos conseguido lo que nos define.
¿En qué te fijas a la hora de visitar una vivienda por primera vez?
Además de la parte visual, como equipo de interiorismo estudiamos bien la parte técnica del edificio. Nos gusta saber el espacio donde está ubicada la vivienda, debido a que no es lo mismo un apartamento en la playa que una casa en la ciudad. Hay muchas características que hay que cuidar y valorar, como las costumbres, el clima y el entorno. Todo esto puede interferir en los aspectos a tener en cuenta. Por lo tanto, ver dónde está ubicada la vivienda también define un poco el estilo que va a marcar el diseño.
¿Y sobre los clientes?
Gracias a las reuniones salen diferentes cuestiones – algunas técnicas y otras más a nivel sensaciones- que nos permiten seguir conociendo mejor al cliente. Cuando definimos un diseño le damos mucha importancia a las emociones y a la personalidad del cliente.
¿Qué aspectos consideras fundamentales a la hora de estudiar un espacio para un proyecto?
Como interiorista y técnico de obra considero fundamental considerar bien el espacio a tratar. Se debe estudiar bien para saber a qué nos enfrentamos y poder ahorrar tiempo y costes.
Yo recomiendo que si se va a tratar de una reforma, se realice una rehabilitación integral para prevenir posibles riesgos futuros en cuanto a la obra. Por ejemplo, en antiguas viviendas, el grosor de tabique con el que se fabricaba antes no corresponde a los estándares de calidad actual y esas cosas hay que tenerlas en cuenta y mejorarlas. Así como una habitación que da a la calle, debería estar insonorizada para mejorar la calidad de uso del cliente y evitar que le entren sonidos del exterior.
¿Tienes una cartera de colaboradores o proveedores establecida?
Por supuesto, pero si el proyecto requiere un tipo de material diferente, realizamos una nueva búsqueda.
Nuestro estudio está en continuo cambio y expansión, según las tendencias y nuevos tiempos. Nos gusta visitar ferias en Londres, Paris, Milán o Madrid donde seleccionamos los materiales de tendencia.
¿Cómo diseñas un presupuesto acorde al trabajo realizado?
En cuanto a los presupuestos tratamos de desglosar por apartados nuestro presupuesto para que el cliente vea a qué se dedica cada apartado de su dinero y pueda decidir si quiere invertir más o menos en cada parte. Al mismo tiempo, nosotras como empresa vamos pidiendo presupuestos a nuestros proveedores.
Cada reforma tiene un presupuesto diferente debido a que no es lo mismo lo que se solicita para una vivienda que para otra. Hay productos que se encuentran en stock y otros deben fabricarse desde cero, por tanto nuestros profesionales también tienen que estudiar y reunirse con el estudio para darnos un presupuesto acorde a lo que le estamos pidiendo.
¿Se suelen cumplir las fechas establecidas en los proyectos de interiorismo?
Siempre, considero fundamental marcar unos tiempos y que el cliente sea conocedor desde el primer momento de la fecha estimada en la que va a finalizar su reforma.
A la hora de poneros en marcha con un proyecto, ¿dais prioridad a aquellos que son más urgentes?
Por supuesto, siempre dentro de nuestras posibilidades. Es algo que hemos vivido en diferentes ocasiones y somos conscientes de que a veces hay que hacer malabares y poner energía extra para llegar a tiempo.
¿Tienen los interioristas una visión arquitectónica que les permite visualizar en un primer contacto con el espacio cómo lo van a acabar diseñando?
Si es muy habitual, visualizar el estilo y la arquitectura que lo define y como será realizado, aunque es necesario dejar un tiempo para la reflexión una vez se estudia con todas las características que lo definen..
Finalmente, ¿qué consejo le darías a un cliente potencial que está pensando en acudir a un estudio de interiorismo para diseñar su próxima reforma?
Lo primero de todo que incluyan la parte de interiorismo en su inversión como una cuestión prioritaria pues la ayuda que le vamos a ofrecer va a ser crucial para un resultado óptimo.
Una vez tengan al estudio de interiorismo seleccionado les recomendamos que confíen en los profesionales, dejándose llevar, ya que, si hay un buen equipo detrás, les servirá de guía para tomar las mejores decisiones y obtendrán así el mejor proyecto teniendo asegurado que su sueño se haga realidad.